Para el ejercicio fiscal 2024, se proyecta un presupuesto de ingresos por un total de 7,329 mil millones de pesos, lo que representa un aumento de 58 mil millones de pesos en comparación con la estimación de cierre para 2023. Esto equivale a un incremento real del 0.8%. Esta mejora en los ingresos se fundamenta en varios factores clave.
En primer lugar, se espera un aumento significativo en los ingresos tributarios, que se estima en 284 mil millones de pesos. Esto se debe a la prevista revitalización de la actividad económica en el próximo año, lo que naturalmente generará un aumento en la recaudación fiscal. Además, se anticipa un incremento en los ingresos por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los combustibles, que se estima en 161 mil millones de pesos. Este aumento se origina en la proyección de un precio del petróleo más bajo, lo que, a su vez, conlleva una reducción en los estímulos fiscales otorgados. Comparado con la Ley de Ingresos Federales de 2023, este nuevo presupuesto representa una disminución en los ingresos totales de 136 mil millones de pesos, lo que equivale a una variación real del -1.8%. Este ajuste se realiza en línea con las proyecciones económicas y las condiciones previstas para el próximo año, asegurando una gestión fiscal responsable.
Ingresos petroleros
En la Ley de Ingresos y Egresos para el ejercicio fiscal 2024, se ha adoptado un enfoque cauteloso al estimar los ingresos petroleros. Se prevé que estos ingresos sean menores en 133 mil millones de pesos en comparación con las estimaciones para el cierre de 2023. La principal razón detrás de esta disminución se encuentra en el pronóstico de un precio del petróleo para 2024 que sería un 15.4% menor que el precio esperado para el cierre de 2023. No obstante, es importante destacar que este impacto negativo en los ingresos petroleros se verá compensado parcialmente por un aumento proyectado del 1.4% en la producción de hidrocarburos para 2024 con respecto a lo previsto para el cierre del presente año.
En comparación con la Ley de Ingresos del año 2023, se anticipa que los ingresos petroleros para 2024 serán un 24% más bajos. Esto se debe principalmente a la combinación de un menor precio de los hidrocarburos y una apreciación del tipo de cambio que están programados para el próximo año. Este enfoque conservador garantiza una gestión fiscal responsable y prepara al gobierno para enfrentar posibles desafíos económicos futuros.
Ingresos tributarios
Se prevé que los ingresos tributarios totales para el año 2024 alcancen la cifra de 4,941.5 mil millones de pesos, lo que representa un crecimiento real del 6.1% en comparación con la estimación de cierre para el año 2023. Este aumento en los ingresos se explica principalmente por el crecimiento anticipado en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de combustibles, debido a la expectativa de un menor precio del petróleo en 2024 y una base de comparación más baja en relación con el año 2023. En comparación con los ingresos reportados en la Ley de Ingresos de la Federación para el año 2023, se estima que los ingresos tributarios aumentarán un 2.1% en términos reales.
Si excluimos el IEPS de gasolinas, los ingresos tributarios totales sumarán 4,485.2 mil millones de pesos, con un crecimiento real anual del 2.8%. Dentro de este total, es importante destacar el sólido desempeño del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que registrarán crecimientos del 3.0% y 2.6%, respectivamente, en comparación con la estimación de cierre para 2023. Este desempeño destacado se debe a varios factores, incluido el crecimiento de la actividad económica, la implementación de una serie de medidas tributarias desde 2019 (como se detalla en el Recuadro 2) y mejoras en la eficiencia en la recaudación de impuestos. En resumen, se espera que los ingresos tributarios en 2024 reflejen un panorama positivo y contribuyan al fortalecimiento de las finanzas públicas.
Ingresos no tributarios
En la Ley de Ingresos de la Federación para el año 2024, se ha establecido un presupuesto para los ingresos no tributarios del Gobierno Federal, que asciende a 261.6 mil millones de pesos. Esta cifra representa una disminución significativa del 23.6% en términos reales en comparación con la estimación de cierre para el año anterior. La reducción se debe principalmente a que se espera que en 2023 se generen ingresos excedentes con un destino específico, lo que contribuirá a una disminución de los ingresos no tributarios en 2024.
En lo que respecta a los ingresos generados por organismos y empresas que no pertenecen a Pemex, se estima que se mantendrán en prácticamente el mismo nivel real que en 2023, en línea con lo aprobado en ese año. Esto sugiere una cierta estabilidad en los ingresos no tributarios generados por estas entidades, sin grandes fluctuaciones en comparación con el año anterior.
Medidas para el fortalecimiento de los ingresos tributarios: 2019-2023
En los últimos años, la administración actual ha implementado una estrategia efectiva para fortalecer los ingresos tributarios sin crear nuevos impuestos ni aumentar las tasas existentes. En lugar de ello, se ha centrado en combatir la evasión y elusión fiscal, cerrando brechas fiscales persistentes. Esta estrategia ha dado resultados notables, incrementando los ingresos tributarios en un 1.3% del PIB entre 2018 y 2022, sin necesidad de reformas fiscales. Los impuestos más importantes, como el ISR y el IVA, han experimentado un aumento significativo, reflejando la efectividad en la reducción de prácticas evasivas y elusivas.
Las medidas que se han implementado para suplir la creación de nuevos impuestos son:
Eliminación de la compensación universal
Se eliminó la compensación universal, que permitía saldar impuestos con saldos a favor de otros, ya que se utilizaba para estrategias fiscales agresivas y no era común en otros países.
Prohibición de las condonaciones de impuestos
En 2019, se estableció en la Constitución la prohibición de condonar impuestos, eliminando así la posibilidad de retrasar el pago de impuestos. Antes de esta reforma, muchos contribuyentes no pagaban impuestos esperando periodos de condonación, como el de 2012 llamado “Ponte al Corriente”.
Medidas de percepción de riesgo.
Para desalentar conductas ilegales, existen dos enfoques: 1) incrementar la probabilidad de ser penalizado y 2) aumentar las sanciones una vez que se descubre la infracción. En el ámbito tributario, se ha mejorado la fiscalización para abordar lo primero y se ha considerado el fraude fiscal, incluyendo la utilización de facturas falsas, como un delito grave para abordar lo segundo.
Regla General Anti abuso
Esta medida impone sanciones a las empresas que realicen transacciones con el único propósito de reducir sus impuestos, como la compra y venta de activos. Las operaciones deben estar respaldadas por objetivos comerciales legítimos y no diseñarse para evitar el pago de impuestos.
Adaptación del marco fiscal a la economía digital
Desde 2020, las plataformas digitales retienen los impuestos generados en las operaciones en las que actúan como intermediarios, lo que ha mejorado el cumplimiento tributario de millones de contribuyentes.
Fusión de sociedades
En el pasado, empresas financieramente sólidas se fusionaban con aquellas que tenían pérdidas para reducir sus ganancias y pagar menos impuestos. Sin embargo, con la nueva medida, las fusiones deben tener un propósito empresarial genuino y no solo motivaciones fiscales, lo que evita abusos por parte de las empresas.
Revelación de esquemas reportables (Acción 12 BEPS)
Se requirió que los asesores fiscales divulguen prácticas fiscales abusivas para contrarrestar estrategias que permitían a las empresas pagar menos impuestos de lo legalmente establecido.
Neutralizar los efectos de mecanismos híbridos (Acción 2 BEPS)
Se han implementado medidas para evitar que las empresas multinacionales utilicen pagos a filiales en paraísos fiscales como estrategia para reducir impuestos. También se está abordando la duplicación de deducciones fiscales entre países.
Limitar la erosión de la base por la vía de intereses (Acción 4 BEPS)
Hasta 2019, las empresas del mismo grupo podían deducir sin restricciones los pagos de intereses en préstamos entre ellas. Para abordar esto, se estableció un límite del 30% de las utilidades para la deducción de pagos de intereses en tales préstamos.
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